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A veces, resulta que lo más viejo es también lo más joven... por fortuna. Pues con ello se da testimonio de que la infancia en el hombre y en la historia persiste, de que persiste ese último fondo de sentir originario y original bajo las circunstancias históricas. Y se echa de menos que el sabio que se ocupa de prehistoria o de arqueología, o de historia de las religiones, no vaya a descubrir en las actitudes diarias muchas formas de sentir aún vigentes que explicarían el signo ambiguo hallado en la piedra, o el hermético documento que tan perplejo le deja.
Y aun el sociólogo, que ha venido a ocupar casi el lugar del teólogo y del filósofo antiguo vería esclarecida su ciencia, si se inclinase humildemente ante las creencias que rigen la vida cotidiana o ante eso que se llama folklore. El folklore que no es más que la persistencia viviente de creencias y sentires en que la espontaneidad del alma de un pueblo se expresa, sueña.
3 de julio de 2010, 18:38
No es fasil hacer reir a las personas, y mas cuando se trata de disfrasarse y haser caras graciosas para el bien de otros. ser payaso no es solo vestirse, es vivir lo que hases, tambien que te guste.Es raro pero sierto, el payaso es un personaje importante el cual no solo hace reir tambien hay payasos tristes, y otros mas, cada uno con su historia igual que las personas, o que no sabemos es que las personas tambien hasemos el papel de payasos y otros personajes mas jajaja Hipolito es uno de ellos jajaj es un payaso muy bueno jajaj el cual nos hase mucho reir. en conclusion somos esclabos de la risa y todo queremos ser esclabo de ella jajajaja.